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Cómo aprovechar los restos del café
Para muchos de nosotros cuesta imaginar una mañana sin café.
La rutina de enjuagar la cafetera, añadirle agua, echar el café, el clásico sonido de cuando casi está hecho y, sobre todo, su olor, es una liturgia tan recurrente como quitarse las legañas.
Se estima que cada español consumimos una media de 3,5 kilogramos al año y que la cifra de lo desperdiciado asciende a más de 150 millones de kilos.
Lo que quizá no sabías es que puedes darle a los restos una segunda vida gracias a un puñado de funciones que puede desempeñar.
Así que, espera, ¡no lo tires aún a la basura!
Abonar tus plantas plantas
Seguro que es una de las alternativas que más te suenan para aprovechar los posos del café. Efectivamente, es un fertilizante buenísimo, sobre todo para plantas de raíz como las patatas o las zanahorias.
Basta con añadir un poco a la tierra y remover una vez al mes para mejorar la retención de agua, el drenaje y la ventilación de la misma.
El motivo de que las plantas se vean tan beneficiadas de este aporte es que los restos del café son ricos en fósforo y nitrógeno, que se encuentran entre los nutrientes que mejor aprovechan las plantas.
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Neutralizar los malos olores
Otro de los usos más extendidos de los restos del café es su poder a la hora de neutralizar malos olores. Un pequeño recipiente con posos en la nevera puede hacer que desaparezca ese extraño olor que no sabes muy bien de dónde viene.
Es suficiente con renovar los restos cada aproximadamente dos semanas para mantener su efecto, también en armarios o incluso en la basura, donde un poquito en el fondo del cubo logrará el objetivo deseado.
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Hidratar y abrillantar tu cabello
Poco a poco vamos entrando en el terreno de lo desconocido con trucos que quizá nunca habías escuchado para aprovechar los posos del café y el que nos ocupa ahora es particularmente peculiar.
Lo primero que debes hacer es infusionar los posos del café con agua caliente, colarla y dejar que se enfríe. Cuando esté fría, aplícala por tu cabello después de un lavado y enjuaga bien.
De esta forma conseguirás que tu pelo se vea mucho más brillante e hidratado, aunque ten en cuenta que sólo es recomendable para cabellos oscuros ya que el café tinta ligeramente.
Gracias a esto último también puede disimular un poco las canas, si acaso este fuese uno de tus objetivos.
Exfoliar la piel
Gracias a su textura granulosa, los restos del café son capaces de actuar como exfoliante y ayudarte a conseguir una piel más suave.
Por otro lado, la cafeína puede encargarse de dilatar los vasos sanguíneos y según algunos estudios, incluso sería capaz de reducir la retención de líquidos.
De esta forma, y aún más si lo mezclas con coco, podría funcionar como remedio barato y fácil contra la celulitis.
Una vez más, es importante que lo aclares bien con agua al finalizar el tratamiento.
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Hacer velas artesanales
Antes mencionamos el olor del café como una de sus grandes propiedades, capaz de recorrer cada pasillo de tu casa y sacar a todo el mundo de la cama.
¿Por qué no aprovechar los posos para disfrutar de este agradable aroma durante más tiempo?
Sólo te hará falta derretir cera vegetal al baño María, añadir los posos, introducir la mezcla en un molde y añadir la mecha para disfrutar de este maravilloso olor a cualquier hora.
Limpiar las sartenes
Otro de los grandes trucos que esconden los restos de café es la capacidad para limpiar las sartenes, bandejas de horno y otros recipientes metálicos usados en las cocinas.
Donde el jabón no es suficiente para eliminar los restos de comida en estos objetos, los posos del café salen victoriosos gracias a su capacidad ligeramente abrasiva.
Solo tienes que frotar con ellos, aclarar bien para no dejar restos, ¡y como nuevos!
Obtener pintura marrón
El último uso que quizá no conocías tiene que ver con la capacidad de los posos del café para pintar, teñir tejidos o mejorar el aspecto de ciertos muebles de madera que estén desgastados por el paso del tiempo.
Para darle la apariencia de recién barnizado a un mueble, solo deberás infusionar los posos y añadir vinagre al agua resultante.
Lija ligeramente la superficie que quieras mejorar, límpiala con un paño húmedo y aplica la mezcla con un pincel. ¡El resultado te sorprenderá!
Esperamos haberte ayudado a descubrir la vida extra de los restos del café y sus múltiples usos alternativos. ¿Vas a poner alguno en práctica?
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