Cómo gastar dinero de manera inteligente

Todos somos consumidores independientemente de nuestra edad, nuestros gustos o nuestro poder adquisitivo. Consumimos diariamente en alimentación, transporte, ropa, salud, etc., por lo que nos debemos preguntar si nuestras decisiones de consumo son inteligentes. 

Aprender a gastar de manera inteligente te ahorrará más de un susto a largo plazo. Y es que manejar tu dinero de forma correcta es más fácil de lo que pensabas, ¡te lo contamos!

Consumo inteligente

El conocido como consumo inteligente hace referencia a la capacidad que tiene una persona cuando toma una decisión de compra. 

El consumo inteligente va de la mano del consumo consciente, y es que un usuario que conoce de primera mano su poder, sus derechos y sus obligaciones tomará mejores decisiones. 

Del mismo modo, el concepto de consumo inteligente va mucho más allá de encontrar el precio más bajo, y es que se trata de tener la capacidad de tomar buenas decisiones cada vez que adquirimos un producto o servicio. 

A simple vista, puede parecer algo complicado de llevar a la práctica, por eso te queremos dar unos cuantos tips para que puedas aplicarlos en tu vida diaria. 

Tips para un consumo inteligente

El consumo consciente y responsable es un punto fundamental cuando hablamos sobre finanzas personales. En un mundo en constante cambio debemos estar preparados para cualquier imprevisto.

Analiza y revisa lo que compraste y no utilizas 

Es importante que hagas balance de tus hábitos para así poder partir de una base sólida y cambiar lo que no te está funcionando. Además, este análisis lo deberás hacer con vista a futuro y pensando a largo plazo, de manera que puedas adelantar acontecimientos y fijar una buena salud financiera. 

Por otro lado, estamos seguros de que tienes más de un producto o servicio que ya no utilizas. Por ejemplo, aquellas suscripciones online que realizaste un día y de las que ya no te diste nunca de baja suponen pequeños gastos hormiga que debemos evitar a toda costa. Revisa tus servicios y, si no los estás usando, prescinde de ellos.

Distingue entre deseos y necesidades

Somos seres humanos con necesidades básicas que debemos satisfacer a diario. Comprar alimentos, pagar el alquiler, servicios públicos, etc. son algunos de los gastos fijos que no podemos evitar. Sin embargo, debemos saber diferenciar lo que realmente es necesario de lo que no lo es. 

Comprar ropa nueva o tecnología de última generación pueden ser caprichos que podemos darnos de vez en cuando, pero no debemos dejar que se convierta en un hábito.

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Evita tomar decisiones en momentos de tensión emocional

Son muchas las personas que recurren a las compras para evadirse de una situación emocional o personal complicada. Esto es algo que a corto plazo puede parecer que compensa, pero está demostrado que a largo plazo no hará más que traernos problemas.

Las compras deben hacerse con la cabeza fría, y por eso debemos evitar los momentos de impulsividad o de emociones a flor de piel para así conseguir controlar nuestras decisiones.

Piensa a largo plazo

Pensar a largo plazo va directamente relacionado con el concepto del ahorro. Se debe entender el ahorro como un plan y no cómo algo puntual o pasajero.

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