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Escapadas para el puente de diciembre
Qué mejor que el puente de diciembre para coger fuerzas de cara a la recta final del año. Aunque a priori la Navidad debería servir como reposo para sentarse a mirar atrás y hacer balance del año, la realidad es que cada vez estas fechas se sienten más como un foco de nuevas preocupaciones y compromisos.
Las compras, organizar las comidas familiares, ponerse de acuerdo para la cena de empresa, ir a cambiar regalos, las colas interminables o los atascos no se corresponden precisamente con lo que se entiende como días de descanso.
Si eres de los que decides a última hora y todavía no sabes si meter el abrigo o el bañador en la maleta, hoy queremos sugerirte algunos planes para que disfrutes de esta semana tan deseada y que de esta forma llegues con aire a la cena de Nochebuena. Haz un pequeño viaje, despéjate y reúne las fuerzas necesarias para no entrar al trapo de las polémicas de tu cuñado el día 24.
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Escapada londinense
La capital del Reino Unido se engalana en estas fechas cercanas a la navidad y luce como en ninguna otra época del año. La decoración, las luces, la oferta cultural o los numerosos mercadillos la convierten en un destino ideal para quien disfrute paseando.
En Londres te puedes perder por Oxford Street, recorrer el inabarcable Hyde Park, disfrutar de la ecléctica oferta de restaurantes, ocio nocturno y tiendas del Soho o recorrer cada rincón de Camden Town.
Si prefieres un viaje más cultural, en estas fechas podrás encontrar espectáculos como los musicales de Regreso al futuro, Mary Poppins, Frozen o El Fantasma de la ópera. Si, en cambio, lo tuyo son los conciertos, durante este diciembre de 2022 la oferta es amplia y variada: desde Danny Elfman hasta Rosalía, pasando por Frank Carter & The Rattlesnakes o First Aid Kit.
Hay quienes no pueden dejar escapar la oportunidad de visitar cuantos más museos mejor. Si es tu caso, te apetecerá explorar el Museo de Historia Natural en cuyo exterior, además, habrá instalada una pista de patinaje sobre hielo. Si lo tuyo es la fantasía y te hubiese gustado estudiar en Hogwarts, el Warner Bros Studio Tour es visita obligada para experimentar el mundo de Harry Potter.
La capital del Támesis te espera desde los 239 euros por persona, incluyendo incluido. ¿A qué esperas?
Piérdete en la antigua Constantinopla
Puede que estés cansado de oír sobre algunos destinos europeos, que los hayas visitado ya o que quizá no te llamen la atención. Si buscas una opción más exótica, una cultura diferente a la centroeuropea, pero al alcance de la mano, tu destino es Estambul.
Bulliciosa, dinámica y mágica: así es la ciudad más poblada de Turquía. Estambul es la única ciudad de todo el mundo que está ubicada entre dos continentes, Asia y Europa. Su colisión cultural es absoluta, con influencia de las corrientes de ambos territorios, y su herencia histórica es una de las más ricas que puedes encontrar.
La antigua Constantinopla era conocida como ‘la reina de las ciudades’ en el siglo XIII, siendo la más grande y rica de Europa. Se trataba del centro económico y mercantil de todo el continente, y su cultura se vio empapada por la influencia de diferentes orígenes, convertida en un auténtico crisol. Los imperios romano, bizantino, latino y otomano dejaron su huella en esta cautivadora ciudad.
Uno de los mayores atractivos de Estambul es el estrecho del Bósforo. Esta franja de agua separa Europa de Asia y divide la ciudad en dos. Navegar por sus aguas es revivir la historia y conecta no solo el mar de Mármara con el mar Negro sino siglos de disputas sobre soberanía, poder e influencia. El viaje en barco te permite contemplar las siete colinas de Estambul, sus minaretes y la luz única de esta ciudad reflejada en sus tranquilas aguas.
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Con más de 3.000 mezquitas, la inmersión en la cultura islámica es total. Las oraciones, cinco veces al día, componen la perfecta banda sonora para sumergirte en su presente y pasado. Otra de las ventajas para los visitantes occidentales es que la tradición musulmana de Estambul es un poco más permisiva que en otros países árabes, aunque es importante recordar que el respeto debe ser absoluto y que ser un turista no te otorga más derechos. No en vano, la mejor forma de experimentar una ciudad e impregnarse de sus encantos es comprender que no es tu parque temático particular.
La Mezquita de Santa Sofía, la Mezquita Azul y el Palacio de Topkapi son tres visitas obligatorias. Es difícil encontrar tres construcciones tan importantes a nivel cultural y arquitectónico tan próximas entre sí en todo el mundo. Te dejarán boquiabierto.
Por si todo lo anterior fuese poco, la oferta gastronómica de Estambul, sus baños turcos o el Gran Bazar completan una experiencia turística única y una oportunidad como pocas para enamorarse de un destino.
Tallín: una ciudad de cuento
Castillos, dragones, hadas, princesas y criaturas mágicas. Tallín te transporta a otro tiempo, a otros mundos que fueron soñados, al más puro imaginario medieval.
El mar Báltico separa la capital de Estonia de Helsinki, a unos 85 kilómetros. Con casi 500.000 habitantes, representa también el centro cultural y financiero del país ex soviético, y es una de las ciudades que mejor conservan su patrimonio histórico de toda Europa. Su ubicación sobre la bahía del Báltico era el destino de enormes navíos vikingos que ahora se han convertido en cruceros con origen o destino en Escandinavia.
Una de sus principales ventajas, aparte de la conexión directa con otras capitales europeas, es que apenas necesitarás tres días para explorarla por completo, lo que la convierte en un destino ideal para escapadas cortas como este puente.
El casco histórico de Tallin mantiene su estructura original del siglo XIII y su nivel de conservación es tan alto que hace parecer el casco histórico un decorado perfecto. Sus calles adoquinadas, casas de colores y edificios emblemáticos transforman cada esquina en un rincón de interés.
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La plaza Raekoja se sitúa en el corazón de la ciudad vieja de Tallin flanqueada por casas de antiguos mercaderes llenas de vida y color. Esta zona, además, está plagada de restaurantes y terrazas, coronadas por el que dicen que es el mercadillo de Navidad más bonito de Europa.
A través de sus callejones llegarás a la Iglesia de San Olaf, que posee uno de los mejores miradores de la ciudad. Eso sí, prepárate para subir sus 232 escalones hasta la cima; aunque te garantizamos que merece la pena.
Desde la parte alta de la ciudad podrás contemplar todo su contorno amurallado, sus tejados rojizos y las numerosas torres de iglesias. Una perfecta postal que servirá como colofón a tu visita a esta ciudad no tan conocida, pero inolvidable.
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