Cómo ahorrar al poner el lavavajillas y la lavadora

Con la desorbitada subida de la luz en los últimos meses, todos queremos saber cuáles son los trucos para no tener que pagar de más por nuestro consumo energético.

Está comprobado que el lavavajillas y la lavadora son dos de los electrodomésticos más utilizados dentro de nuestros hogares, y juntos representan una media del 15% de las facturas energéticas.

Por este motivo, la forma en la que utilizamos este tipo de electrodomésticos es fundamental a la hora de reducir no solo los números en nuestras facturas, sino también nuestro impacto en el medio ambiente.

Si quieres ahorrar energía y reducir tu consumo energético, a lo largo de este artículo te contamos los mejores trucos para conseguirlo.

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Trucos para ahorrar con el lavavajillas

Un uso incorrecto de este electrodoméstico puede llevarnos a malgastar bastante dinero y a tener que reemplazarlo antes de tiempo. Por ello, es muy importante llevar a cabo un buen mantenimiento del aparato, limpiándolo y estando atentos a posibles desperfectos que se puedan solucionar fácilmente.

Algunos trucos son:

Llenarlo completamente antes de usarlo: el lavavajillas utiliza la misma cantidad de agua independientemente de lo lleno que esté. Por ello, debemos esperar a que esté relativamente lleno para ponerlo en funcionamiento.
Adaptar la duración y el programa a las necesidades: dependiendo de la cantidad de vasos, platos o cubiertos que se vayan a lavar, así como la cantidad de suciedad presente.
Haz una buena distribución: cargando los platos de manera que todas las rejillas queden llenas se optimizará el uso de agua y energía. Esto permitirá la correcta circulación del agua, quedando todos los objetos perfectamente limpios.
Mantenerlo limpio: limpiar correctamente los filtros y no dejar que la suciedad se acumule hará que el electrodoméstico no gaste más de lo normal, alargando su vida útil.

Trucos para ahorrar con la lavadora

Reducir el número de lavadoras: si hacemos balance del número de lavadoras semanales que llegamos a poner, nos daremos cuenta de que algunos de estos lavados no son necesarios o se pueden simplificar.
Hacer cargas completas: acostúmbrate a poner la lavadora cuando esté totalmente cargada para reducir el consumo de energía, agua y detergente. También, en este punto hay que tener en cuenta que la lavadora no debe cruzar la línea de estar sobrecargada, porque esto puede reportarnos algunos problemas.
Usar los ciclos más adecuados: trata de utilizar los ciclos cortos o rápidos, ya que están diseñados para la eficiencia energética del lavado, y no solo para la velocidad del ciclo.
Utilizar agua fría: la mayor parte de la energía de una lavadora se utiliza para calentar el agua, por lo que cuando la ropa no esté demasiado sucia se debe tratar de realizar lavados con agua fría.

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Por último, es importante saber que dependiendo de la hora del día en la que se haga uso de estos electrodomésticos la energía costará menos. Estos momentos suelen darse durante la madrugada o los fines de semana.

Por ello, y en ambos casos, tanto para la lavadora como para el lavavajillas debemos tratar de priorizar su uso en estas horas del día, siempre y cuando sea posible.