Me afecta la compra compulsiva. ¿Cómo lo soluciono?
La compra compulsiva forma parte de los denominados trastornos del control de impulsos entre los que se encuentran la cleptomanía o la ludopatía, por ejemplo.
En muchas ocasiones tenemos nuestro armario lleno de ropa con etiquetas. Pasan las temporadas, dejan de estar de moda y ya no queremos esas prendas. También pasa con las cosas del hogar, compramos más de las que necesitamos y muchas de ellas acaban en un cajón. Estos ejemplos son solo una mínima parte de lo que en realidad supone la compra compulsiva.
Cómo sé que una persona es compradora compulsiva
La adicción por las compras ha incrementado desde que el comercio electrónico se ha extendido y en este 2020, que gran parte de las compras se hacen por internet, es probable que se hayan elevado las estadísticas.
No obstante, comprar mucho no te convierte en una persona adicta a la compra compulsiva. Hay formas de reconocer si posees este trastorno:
- Dedicas mucho tiempo a pensar qué compras harás.
- Pones mucha atención a las rebajas, ofertas y promociones eventuales con el objetivo de no dejar pasar ninguna ganga.
- Sientes un placer a la hora de comprar que solo dura mientras se produce el acto. Sueles valorar más este momento que lo que has comprado en sí.
- Remordimientos y rabia porque has pasado ese placer efímero pero no has solucionado tu malestar emocional.
Las rebajas y las compras navideñas, punto débil
Durante el año las grandes marcas seducen a los consumidores con ofertas puntuales o con productos a un bajo coste ante los que acabamos rendidos.
Eventos como el Black Friday, las rebajas estacionales o las compras navideñas, potencian la compra compulsiva. ¿Cuántas veces hemos comprado el mismo modelo de camiseta pero de diferente color (porque estaban a un precio muy reducido) y al final acabamos poniéndonos nuestro color favorito?
Qué hacer para dejar de ser una persona compradora compulsiva
Al final, la realidad es que el sistema y la vida tal y como la concebimos ahora nos ponen frente a un cultivo de necesidades continuas que tienen fácil resolución y al final puede que nos lleve a situaciones como la de la compra compulsiva y en consecuencia a perder dinero.
Este trastorno puede tratarse con ayuda profesional. No obstante, los expertos de la Mental Health America han ofrecido una serie de consejos prácticos para todas aquellas personas que, aunque no padezcan el trastorno, se sienten a veces dentro del bucle de la compra volátil:
- Fijar un presupuesto con el límite de gastos semanales o mensuales.
- Realizar un seguimiento de los gastos para ver cómo nos comportamos.
- Evitar las compras en momentos de desánimo.
- Llevar las ideas claras de lo que se quiere comprar en base al presupuesto.
- Tratar de identificar qué nos lleva a activar esa compulsión por comprar para buscar soluciones o alternativas.
¿Te han servido estos consejos? Esperemos que en estos días en los que las compras cobran especial protagonismo, los tengas en cuenta. Mirar por nuestro bolsillo siempre es sinónimo de seguridad y bienestar a la larga.