Conceptos básicos de finanzas que debes saber

Tener cultura general siempre viene bien para desenvolverse con soltura en una conversación, en un debate con amigos o incluso para comentar con propiedad en redes sociales. 

Muchas personas rehusan de entrar en debates sobre temas que directa e indirectamente nos afectan como son la política o la economía y gran parte de este rechazo se da porque no hay una formación sólida sobre estas cuestiones. 

Lo cierto es que necesitamos tener conocimientos básicos sobre estas áreas porque nos guste más o menos, forman parte de nuestro día a día. 

Definiciones básicas sobre finanzas

Muchos de los posts que hemos ido publicando hasta ahora hacen referencia a una buena administración de los gastos y a un correcto ahorro para cumplir nuestras metas y que nunca nos veamos desamparados económicamente. 

Entender sobre finanzas nos da pie a tomar decisiones sólidas tanto en el ámbito personal como en el profesional porque al fin y al cabo, una buena administración del dinero es esencial para cumplir cualquier tipo de propósito. Por eso, tener conocimientos de finanzas no implica necesariamente estudiarlas en profundidad, ya que eso depende del uso que queramos hacer de ellas, pero sí es importante entender lo básico. 

De este modo, vamos a adentrarnos en la definición de algunos conceptos útiles. 

Ahorro

Más de una vez has leído esta palabra en nuestros artículos. Se trata de la práctica de separar parte de los ingresos mensuales con el fin de generar el denominado “colchón” de ahorro. Es decir, acumular dinero a lo largo de un tiempo para destinarlo a un fin específico. 

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Presupuesto

Se trata de un plan de operaciones que se organiza con el fin de establecer cuántos van a ser los recursos utilizados en un proyecto concreto expresado en términos monetarios. Ya contamos en este blog que dibujar un presupuesto es un hábito ideal para no perder dinero.

Sentarse a establecer un presupuesto evita que podamos sobrepasarnos en el gasto e incentivar el ahorro en muchas ocasiones. Esto es aplicable a nivel personal y sin ninguna duda, a una escala más profesional.

Capital financiero

Son las cantidades de dinero que una persona o compañía ahorra. Ese capital busca un beneficio futuro que puede traducirse en un aumento del mismo. 

En resumidas cuentas, el capital financiero se caracteriza por una constante búsqueda de ganancias o beneficios en el mercado, por eso es un término que suele usarse más en el entorno empresarial. 

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Liquidez

Esto no es más que la capacidad que tiene una persona o una organización para enfrentarse a sus obligaciones financieras a corto plazo. Este hecho permitirá pagar deudas ya sean de préstamos bancarios, microcréditos online, o pólizas de créditos entre otras cuestiones. 

Solvencia

Es lo que pedimos cada vez que quieres solicitar un crédito rápido online. Consiste en poder saldar un compromiso de pago a largo plazo. La falta de liquidez puede ser una dificultad puntual, pero la falta de solvencia es un asunto de carácter más permanente ya que no existe capacidad para afrontar un futuro con garantías. 

Activos

Un activo es un bien que genera ingresos, como las acciones que tengas en una empresa o una vivienda de la cual seas el arrendador. Dicho de otra manera, son aquellas posesiones de las que obtienes beneficios de manera recurrente.

Pasivos

Concepto contrario al anterior, aunque no exactamente. Un pasivo no genera beneficios económicos. De hecho, suele además conllevar gastos de mantenimiento generados del uso, como en el caso de un vehículo: la gasolina, las reparaciones, los seguros y todos sus gastos asociados.

Deuda

Se refiere a deuda la obligación adquirida por una empresa o un particular de devolver el dinero aportado por un tercero. Aunque a bote pronto podría considerarse a todos los efectos una situación negativa, a veces conlleva escenarios beneficiosos para el crecimiento. El ingreso previo de ese dinero puede generar beneficios a través de su inversión, de tal forma que será abonado de vuelta habiendo reportado beneficios, en los mejores casos. Esto sería lo que se conoce como ‘deuda buena’.

Plusvalía

Una plusvalía se produce cuando el precio de mercado de un valor se ve incrementado superando lo que se pagó a la hora de adquirirlo. Así, si se efectuase su venta, ganaríamos dinero. Si su valor de mercado ha ascendido y no llevamos a cabo la venta, se conoce como plusvalía latente o potencial.

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Préstamo

Permite al receptor acceder a una cantidad fija de dinero pero comprometiéndose a devolver esa cifra más los intereses acordados, dentro de un plazo establecido. Una vez hayan sido devueltas todas las cuotas, se da por concluida la operación sin la posibilidad de tener acceso a más capital, a no ser que se vuelva a solicitar un nuevo préstamo.

Crédito

El crédito, por otro lado y aunque pueda confundirse con el préstamo, guarda algunas diferencias. Ésta es una forma más flexible de financiación que permite tener acceso a la cuantía solicitada en función de las necesidades concretas y cuando lo necesites. Se determina un máximo de dinero y su acceso a él puede ser parcial o total, así como se puede gastar completamente o no. El gran inconveniente frente a los préstamos es que los créditos suelen estar sujetos a intereses más elevados. 

Apalancamiento

Este concepto está vinculado a varios de los definidos anteriormente pero no se debe confundir con la connotación de ‘apalancamiento’ como estancamiento, inmovilidad o estatismo. Se trata más bien de la relación entre el capital propio y el crédito. A más crédito, más apalancamiento. 

Si lo imaginas representado en el funcionamiento físico de una palanca, poco esfuerzo puede levantar mucho peso, de la misma forma en que una inyección económica puede generar beneficios a la larga. Esto es un ejemplo de lo que supondría una deuda buena, como mencionamos antes.

Riesgo

En este caso, el significado más común de la palabra en otros campos aparte del económico ayuda a comprender su acepción financiera, y no es otro que la posibilidad de que una situación dé lugar a un resultado adverso.

En otras palabras, el riesgo supone la posibilidad de pérdidas económicas, aunque lo más correcto es entenderlo como que cualquier resultado podría ser diferente al esperado. No en vano y aunque pueda parecer paradójico, también existe la connotación de riesgo financiero como la posibilidad de obtener ganancias excesivas.

Gastos hormiga

Qué mejor concepto para finalizar de una forma no tan sobria a nivel pedagógico que hablar de los ‘gastos hormiga’. Éstos son aquellas pequeñas cantidades de dinero que gastamos diariamente de forma no tan consciente. El café de la máquina de la oficina, el tabaco, unos chicles o aquello que te llevas del súper cuando sólo ibas a por pan pueden significar desembolsos más grandes de lo que crees si los revisas a final de mes. ¡Mejor llévate el café de casa!

Estos son solo algunos de los conceptos que manejamos diariamente en Dinevo y que además verás por este blog con mucha recurrencia. ¿Qué otros conceptos financieros crees necesarios para tu día a día? ¿Cuál de ellos no acabas de entender del todo? ¡Cuéntanos!